Cuando era más joven, solía tener cabello hasta la espalda.
Era un poco tosco y un poco grande, ¡pero era largo! Para combatir su textura y tamaño, mi madre comenzó a ponerle químicos para que quedara recto y plano. Esa cosa arruinó mi cabello y provocó que se rompiera.
A pesar de ese deterioro, seguí así, yendo al salón cada dos meses para conseguir un alisador. Hice esta rutina desde los 13 a los 21 años. Debido a ese daño, no he podido dejarme crecer el cabello más allá de los hombros. En un esfuerzo por recuperar el cuerpo y la longitud de mi juventud, me corté todo el cabello en septiembre de 2014 para comenzar de nuevo. Al hacerlo, tuve que aprender un régimen para el cabello completamente nuevo, y déjame decirte que lidiar con mi cabello es definitivamente un régimen.
En la sociedad afroamericana del cabello natural, hemos denominado el momento en el que lavamos y acondicionamos nuestro cabello como “día de lavado”, llamado acertadamente porque lleva casi un día entero lavar y peinar nuestro cabello. Cuando comencé mi viaje de cabello natural, la cantidad de productos para el cuidado del cabello que tenía se duplicó con creces. Tuve que comprar champús y acondicionadores formulados específicamente para cabello natural, así como cremas para rizos, aceites, co-lavados y geles. Vi video de YouTube tras video de YouTube sobre cómo peinar mi cabello.
Una de las únicas cosas que no cambió para mí, cuando pasé del cabello tratado químicamente al cabello natural, es la frecuencia con la que me lavo el cabello. Al igual que antes, me lavaba el cabello como máximo una vez por semana.
Debido a que ahora me toma tanto tiempo lavarme el cabello, solo tengo tiempo para lavarlo una vez a la semana. Afortunadamente esta cadencia es todo lo que mi cabello necesita para mantenerse limpio.
La frecuencia con la que debes lavarte el cabello, al igual que la frecuencia con la que debes ducharte, varía de persona a persona.
La frecuencia con la que debes lavarte el cabello, al igual que la frecuencia con la que debes ducharte, varía de persona a persona. Factores como el tipo de cabello, la cantidad de productos utilizados y el estado del cuero cabelludo afectan la frecuencia con la que debe lavarse el cabello. La estilista Nicole Stimitz le dijo a Health que, aunque no existe una regla universal, lavarse demasiado el cabello puede despojarlo de los aceites naturales necesarios, como el sebo, y hacer que se seque extremadamente.
Si tu cabello y cuero cabelludo son normales, ni demasiado secos ni demasiado grasosos, lo ideal es lavarte el cabello de una a tres veces por semana. La dermatóloga Debra Jaliman, MD, explicó que lavarse el cabello todos los días puede hacer que se vuelva más grasoso antes debido a que las glándulas sebáceas del cuero cabelludo se vuelven hiperactivas. Al mismo tiempo, si usa muchos productos todos los días y tiene un cuero cabelludo graso, puede ser necesario lavarse el cabello todos los días, según Stimitz. Aun así, esos lavados diarios deben enfocarse en el cuero cabelludo donde la acumulación de grasa y suciedad está más presente.
La longitud es otro factor importante, según Philipp Haug, director artístico de Toni Guy, en conversación con Glamour Magazine. Cuanto más largo sea tu cabello, con menos frecuencia necesitarás lavarlo. No obstante, incluso si tu cabello es increíblemente corto, lavarlo todos los días lo despojará de sus aceites naturales y puede apagar su color.
No solo es importante tomar nota de la frecuencia con la que te lavas el cabello y qué champús y acondicionadores estás usando, la temperatura del agua con la que te lavas el cabello es un elemento importante de tu rutina de cuidado del cabello. El agua caliente puede despojar a tu cabello y cuero cabelludo de sus aceites naturales al igual que los sulfatos en el champú que crean espuma. El estilista de celebridades y embajador de SheaMoisture, Jason Collier, recomendó que siempre se lave el cabello con agua a temperatura ambiente y que enjuagar el cabello con agua fría puede hacerlo más brillante.
También está la cantidad de tiempo que pasas cada ducha. Unos pocos minutos en la ducha al día no afectarán tu cabello tanto como los enjuagues diarios de 30 minutos.
La información está muy bien, pero al final, la frecuencia con la que te lavas el cabello depende de ti. Me toma un tiempo limpiar y peinar mi cabello, así que cuanto menos tenga que hacerlo, mejor. Para otros, lavarse el cabello es tan rutinario como cepillarse los dientes por la mañana. Como dice el dicho, si no está roto, ¡no lo arregles!